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martes, 6 de enero de 2009

Felicidades a las Enfermeras

Muchas Felicidades a todas las enfermeras y enfermeros de los diferentes hospitales del puerto de Veracruz, de México y del Mundo, en este su día, y reconocer dóia a día su ardua labor en favor de los enfermpos, de verdad es muy difícil su labor, y ellas y ellos la realizan de una manera excelente, lo digo con conocimiento de causa, son muy trabajadoras, claro hay excepciones, pero no por esas malas enfermeras, vamos a despreciar la labor y el trabajo de las mayoría de las y los enfermeros, de verdad mis felicitaciones, son un ejemplo para nosotros los Médico.

“La enfermería es un arte y si se pretende que sea un arte requiere una devoción tan exclusiva, una preparación tan dura, como el trabajo de un pintor o de un escultor, pero ¿cómo puede compararse la tela muerta o el frío mármol con el tener que trabajar con el cuerpo vivo, el templo del espíritu de Dios?Es una de las Bellas Artes; casi diría, la más bella de las Bellas Artes”.
Florence Nightingale

viernes, 2 de enero de 2009

Parto Vertical

El parto vertical se asocia a una reducción en la duración de la fase II del parto, reducción en el número de episiotomías, disminución del dolor. El parto vertical también reduce el trauma obstétrico y las alteraciones en la frecuencia cardiaca fetal.
El médico ecuatoriano Oswaldo Cárdenas ha inventado un módulo para atender el parto vertical, recuperando la historia humana y la cultura andina que practica ese tipo de alumbramientos con más efectividad y menos dolor para las madres.
Traer una vida es un hecho sublime pero doloroso, y desde hace algo más de dos siglos lo es un poco más con la invención del fórceps, aparato que dejó atrás la naturalidad del alumbramiento y sólo mejoró la comodidad de los médicos. Así lo asegura Cárdenas al recordar que "hace 40 años" el médico francés Moriceu inventó el fórceps, que "quizá constituya uno de los más dramáticos ejemplos de agresión" hacia las madres e hijos.
"La física moderna y los conocimientos fisiológicos actuales han demostrado que la posición vertical materna (parto natural), al permitir la acción de la fuerza de la gravedad sobre el feto dentro del útero, condiciona y permite un rápido y no traumático nacimiento", afirma.
El proyecto del médico ecuatoriano tuvo su origen en la experiencia de las parteras indígenas que en las zonas andinas atienden el parto vertical (parto natural), con resultados más eficaces, menos sangrado, menos posibilidad de desgarros y mucho menos dolor. Cárdenas observó que con ese método las madres adoptaban la posición más cómoda posible (en si mismo un alivio), haciendo más fácil el alumbramiento y el trabajo de la partera que sólo recibía al recién nacido.
Ideó un proyecto sobre el asunto y construyó los módulos que unidos facilitaban el alumbramiento. Se trata de unos dispositivos para que las madres alumbren de forma vertical o de cuclillas (parto natural), mientras el médico, colocado atrás, podrá regular una especie de taburete para atender de mejor forma el alumbramiento.
El recién nacido, con la ayuda del médico, saldrá del vientre de su madre a una superficie acolchada, sin recibir tracciones ni rotaciones de cabeza, a diferencia de la experiencia con el fórceps.
El estudio determinó que en el momento del empuje final, la madre flexiona sus rodillas, lo que facilita el nacimiento en la superficie acolchada del módulo.
La creación del primer prototipo tuvo bastante éxito y las madres que lo utilizaron en el marco del proyecto (entre ellas tres holandesas), recomendaron su uso, aunque hicieron sugerencias.
Cárdenas y sus colaboradores desarrollaron otro prototipo para parto vertical (parto natural), cuya patente está en trámite, que mejora las condiciones y facilidades del primero y supera con mucho al método, horizontal.
"La atención del parto vertical (parto natural) genera ventajas importantes disminuyendo significativamente la hemorragia y el tiempo de duración del alumbramiento", afirma Cárdenas.
Su invento tiene el auspicio del Ministerio d Salud de su país y de la Fundación para la Ciencia y Tecnología (Fundacyt), además de la financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Cárdenas quiere difundir en todo el país el método del parto vertical, para que se atienda de esa forma en los hospitales públicos.
El prototipo y el método para el parto vertical pueden ser observados en Fundacyt y la Facultad de Ciencias Médica de la Universidad de la ciudad de Cuenca, donde se desarrolló el proyecto.
El médico quiere difundir su experiencia en foros internacionales, aunque también desea explicar varios de sus estudios sobre las ventajas de otros métodos de alumbramiento como el parto con acupuntura y el alumbramiento en agua, entre otros.
Cárdenas cree que el método del parto vertical (parto natural) será fácilmente aceptado en los países andinos, donde la; comunidades indígenas mantienen en su cultura esa modalidad de alumbramiento, así como el otras regiones del planeta donde se practica.
En países donde no se conoce el parto vertical (parto natural) Cárdenas cree que su aceptación será un poco más difícil, aunque su módulo se adapta a las condiciones de las mesas que se usan en el método de parto horizontal.

Postura del parto

Parece mentira que a pesar de todos los estudios realizados, todavía en la mayoría de los hospitales la postura de parto sea la tumbada boca arriba. La mujer debería poder elegir la postura de parto más práctica, cuando llega el momento de parir.
No hay una postura de parto idónea: depende de cada mujer y de cada momento. El instinto indica en todo momento cual es la mejor postura mediante un lenguaje infalible: la más cómoda es también la más fisiológica. Puede ser en el taburete obstétrico, en cuclillas, a cuatro patas, de pié, de rodillas, en la bañera, sentada en la cama, de lado... la única desaconsejable es la litotomía (tumbada, los pies en los estribos).
Concebida para comodidad del médico y para asegurar la posición de subordinación de la mujer, la posición tumbada durante la dilatación y el potro obstétrico en el expulsivo son reliquias del pasado, injustificables hoy en día a la luz de la evidencia científica.
En posición horizontal el coxis se dirige a lo algo, y el canal vaginal se estrecha. Por el contrario, en una postura vertical, y sobre todo en cuclillas, el coxis bascula hacia atrás, y los músculos que rodean la vagina se abren, lo que ensancha y acorta el canal vaginal. Si en dicha posición vertical, además, la mujer flexiona el tórax, como para querer observar la abertura vaginal, el coxis se abre aún más hacia atrás, ampliando la vagina en el sentido antero-posterior.
En el parto tumbada boca arriba, la vagina es una cuesta cuyo extremo se orienta hacia arriba, mientras que en la posición vertical, ya sea en cuclillas o en otra postura, la vagina se orienta directamente hacia el suelo. La mujer que da a luz tumbada debe empujar el bebé hacia arriba, por un canal más largo y estrecho, mientras que la que da a luz en vertical es ayudada por la fuerza de la gravedad, que no sólo atrae al bebé, sino a los órganos abdominales móviles, que se añaden al peso del bebé, facilitando la expulsión. Como pregunta el doctor Paciornik, ¿qué es más fácil, empujar un coche cuesta arriba o cuesta abajo?
En la mujer embarazada, el peso del útero aumenta la presión sobre la arteria aorta, la vena cava inferior y los vasos retro-perineales. La posición tumbada de espaldas incrementa la presión en la vena cava inferior, disminuyendo su calibre y aumentando el volumen de sangre en el tercio inferior del tronco y los miembros inferiores, lo que disminuye la sangre en circulación en el resto del cuerpo y concretamente en el útero. Al disminuir el oxígeno en el útero, el ritmo de las contracciones se altera. Entre otros efectos, lo más normal es que la mujer padezca de disnea, malestar, mareos por hipotensión y edema de piernas, y que el feto altere su ritmo cardiaco, emitiendo mensajes de sufrimiento fetal, que el monitor registrará puntualmente. Un simple cambio de postura, como, por ejemplo, tumbarse de lado, es con frecuencia suficiente para mejorar la circulación sanguínea.
En posición vertical, en cambio, este problema no se produce. Por el contrario, la mujer que dispone de libertad de movimientos suele adoptar la posición que menos entorpece la circulación del gran vaso que lleva la sangre de la placenta al feto.En posición vertical, la presión que ejerce el peso del bebé sobre los músculos del suelo pélvico ayuda a su relajación y dilatación. Esa presión genera un impulso nervioso que actúa sobre la hipófisis y estimula la liberación de oxitocina, hormona estimulante de la musculatura uterina, lo que contribuye a un progreso más rápido del parto. Se ha podido calcular que el tiempo de dilatación de 4 a 10 cm. en el caso del parto en posición horizontal es un 50 por 100 más largo que cuando la posición es vertical.
La posición tumbada, con los pies fijos en los estribos, deja fuera de juego las piernas, que son las masas musculares más poderosas del cuerpo, lo que reduce la capacidad de maniobra de la parturienta, y a reducida a causa de la postura. Además los músculos abdominales pueden ejercer una fuerza mayor cuando los pies están sobre el suelo.
En posición vertical las articulaciones de la cadera, reblandecidas por el efecto de las hormonas del embarazo, se abren para dejar paso al bebé. En posición horizontal, la pelvis queda inmovilizada y el reblandecimiento de las articulaciones no sirve para facilitar el parto.
La libertad de movimientos y de posición de la mujer es importante, ya que es el instinto -el cerebro primitivo- el que le guía para adoptar la posición más fisiológica. Esta sabiduría interna de la mujer de parto se observa, por ejemplo, en la frecuente necesidad, en una fase del parto, de realizar movimientos rotatorios. Estos movimientos facilitan los rotaciones que el feto debe realizar para colocarse y avanzar en el canal del parto, similares a los necesarios para sacar un anillo de un dedo, o descorchar una botella. En posición tumbada, el feto no dispone de esta ayuda de su madre.
En cualquiera de los casos, es más fácil para el bebé rotar sobre una fracción de su cabeza, en posición vertical, que rotar en posición horizontal. Esta última posición, además de incrementar notablemente la superficie de fricción, impide al bebé aprovechar la fuerza de gravedad y la labor facilitadota de los movimientos de su madre. Algunos estudios han demostrado que el parto se acorta y causa menos alteraciones del ritmo cardíaco fetal y menos moldeamientos del cráneo del feto cuando la mujer es libre para moverse y caminar durante las fases de dilatación y expulsión.
La expulsión de la placenta es también mucho más fácil en posición vertical que tumbada. La fase de expulsión de la placenta y sus dos accidentes principales, la hemorragia y la infección, han sido desde siempre las principales causas de mortalidad de las parturientas. Su expulsión se facilita por la posición vertical, por el bienestar térmico y por el estímulo que ejerce el recién nacido succionando el pezón, que acelera las reacciones hormonales de terminación del parto.
Por este motivo, la organización mundial de la salud recomienda explícitamente libertad total de movimientos y elección de postura, tanto durante la dilatación como en el expulsivo, lo que ha animado a muchos países a ir adecuado sus protocolos hospitalarios para garantizar este derecho de las mujeres.